Nuestra propuesta es un proyecto para atender a personas privadas de su libertad, las cuales en su mayoría, han sufrido traumas complejos como abandono, violencia y falta de hogar. Adicionalmente, según datos de la CNDH existían en 2016 aproximadamente 618 niños y niñas que viven con sus madres al interior, para los cuales no hay presupuesto ni programas públicos que los atiendan. Creemos que los reclusorios necesitan programas de reinserción social que generen un cambio en los hábitos de conducta y en el manejo de ansiedad de los internos/as, y por ello queremos alargar las actividades que ya se han implementado en el reclusorio de Coatzacoalcos durante otros 3 meses más debido a los resultados positivos que se han obtenido en el equilibrio y bienestar físico-emocional de estas personas. Las actividades abarcan desde cursos de yoga sensible al trauma hasta talleres para inmigrantes y la habilitación de un espacio digno al interior del reclusorio para estos niños y niñas.